En todo el mundo, el 1 de mayo es el Día Internacional de los Trabajadores, donde cientos de miles de personas salen a las calles para conmemorar sus derechos laborales y demandar justicia social en las manifestaciones más intensas que se han visto desde antes de la pandemia de coronavirus. Desde Francia hasta Corea del Sur, y desde España hasta Turquía, los trabajadores y trabajadoras han reclamado una variedad de demandas, desde derogar una reforma jubilatoria, mejorar los salarios y las condiciones laborales, hasta exigir días libres y considerar los temas ambientales. Sin embargo, las marchas de este año también expresaron frustraciones más amplias por la situación actual del mundo, con activistas climáticos manifestándose en París y los manifestantes en Alemania expresando su rechazo a la violencia contra las mujeres y las personas LGBTQ+.
Mientras que algunos países han visto una mayor participación en las marchas del 1 de mayo que en años anteriores, otros se han enfrentado a la represión de las autoridades. En Turquía, por ejemplo, la policía impidió que un grupo de manifestantes llegara a la plaza principal de Estambul, Taksim, mientras que en Rusia, la guerra con Ucrania eclipsó los actos y los redujo al mínimo en Moscú. Sin embargo, en general, las marchas del 1 de mayo han sido una muestra de la frustración reprimida después de tres años de coronavirus, con los trabajadores y trabajadoras demandando un mayor salario ante el aumento del costo de la vida en todo el mundo.
En el Reino Unido, donde la inflación supera el 10%, las enfermeras y enfermeros británicos iniciaron una huelga de 28 horas para exigir aumentos salariales. Mientras tanto, en España, los sindicatos advirtieron de un “conflicto social” si los salarios del país no subían en línea con la inflación, y elogiaron los incentivos para pasar a España a una semana laboral de cuatro días para aliviar la presión sobre los trabajadores. En otros países europeos, como Alemania, Letonia o Portugal, también se registraron manifestaciones y huelgas sectoriales, mientras que en naciones de América, desde Canadá hasta Argentina, se esperaban marchas para reclamar un mayor salario ante el aumento del costo de la vida.
En resumen, las marchas del 1 de mayo en todo el mundo han sido una muestra de la frustración de los trabajadores y trabajadoras en todo el mundo, desde Francia hasta Corea del Sur, y desde España hasta Turquía. Aunque algunos países han visto una mayor participación en las marchas de este año que en años anteriores, otros se han enfrentado a la represión de las autoridades. Sin embargo, en general, las marchas del 1 de mayo han sido una llamada a la acción para un mayor salario y mejores condiciones laborales, y para considerar los temas ambientales en todo el mundo.
Fuente: Telam