El papa Francisco pide a Hungría más apertura a los migrantes

El pasado viernes, el papa Francisco realizó una visita a Hungría en la que instó al gobierno a hacer valer los valores cristianos de la Constitución del país y a que se abra más a los migrantes que huyen de los conflictos, la pobreza y los cambios climáticos. La recepción masiva de migrantes es un tema que debe ser abordado comunitariamente, ya que las consecuencias a largo plazo afectarán a todos en el contexto en el que vivimos. El Papa hizo hincapié en la necesidad de afrontar el problema sin excusas ni dilaciones, llamando a un cambio de actitud hacia los migrantes y refugiados.

El mensaje del Papa parece ser una respuesta a las posturas antimigrantes, antisemitas y contrarias a las parejas homosexuales del premier Viktor Orban, con quien el pontífice se reunió al llegar a Hungría. Francisco se posicionó a favor de los valores cristianos que defienden la riqueza de una identidad sólida y la necesidad de apertura a los demás, como reconoce la Constitución de Hungría. Asimismo, el Papa citó párrafos de la Carta Magna húngara que reconocen el respeto a culturas diversas y minorías nacionales.

Además de instar a Hungría a una actitud más abierta y acogedora hacia los migrantes, el Papa también llamó a toda Europa a rechazar los “populismos autorreferenciales” y el “supranacionalismo abstracto”. No obstante, Francisco criticó el camino nefasto de las colonizaciones ideológicas que eliminan las diferencias, como en el caso de la denominada cultura de la ideología de género, o anteponen a la realidad de la vida conceptos reductivos de libertad, como el derecho al aborto, que es siempre una trágica derrota.

En otros tópicos abordados por el Papa durante su discurso en Budapest, destacan la necesidad de trabajar por vías seguras y legales, con mecanismos compartidos para afrontar el desafío de época que representa la recepción masiva de migrantes y refugiados. También hizo un llamado a Europa a encontrar el alma europea y a desempeñar el rol que le corresponde: el de unir a los alejados y acoger a los pueblos en su seno.

La visita del Papa a Hungría deja un mensaje claro hacia una realidad cada vez más compleja: la convivencia pacífica entre los pueblos y la necesidad de una actitud aperturista y de acogida frente a los desafíos de época. El camino es difícil, pero como dijo el pontífice, no podemos permitirnos retroceder en el tiempo y replegarnos sobre nosotros mismos, sino que debemos avanzar juntos hacia un futuro más justo e igualitario para todos.

Fuente: Telam

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