La historia de los refranes: “El que no corre, vuela”

En muchas ocasiones hemos dicho o escuchado el refrán “El que no corre, vuela”, haciendo referencia a la rápida actuación que se debe tener ante determinados eventos o situaciones. Pero ¿sabemos realmente cuál es su origen e historia? En este artículo profundizaremos sobre el tema.

Para empezar, debemos entender que los refranes son frases breves que contienen un mensaje popular de manera figurativa. Son considerados patrimonio cultural e histórico y han sido transmitidos de generación en generación a lo largo del tiempo. Este refrán en particular, tiene diferentes interpretaciones, pero todas dentro de una misma línea: las acciones deben ser rápidas y efectivas.

Su origen se remonta a la antigua Grecia, donde se consideraba que el hacer las cosas en tiempo y forma era vital para una vida eficaz y productiva. La frase se popularizó en Europa durante el siglo XVII y XVIII, en una época en la que la velocidad y la rapidez de las acciones eran valoradas y admiradas.

En el contexto histórico de la época, el surgimiento de la Revolución Industrial y la consiguiente necesidad de producir más en menos tiempo, favorecieron la popularidad de este refrán. Posteriormente, se utilizaba en el ámbito empresarial, educativo y hasta en ámbitos deportivos, donde se destaca el rol fundamental que cumple la rapidez de las acciones.

A pesar de que la frase es popular y se utiliza en distintos contextos, existen diferentes interpretaciones basadas en el contexto social en el que es empleada. Por ejemplo, en algunos casos se utiliza para hacer referencia al carácter competitivo de las situaciones, donde el objetivo es llegar primero sin importar los medios utilizados. Por otro lado, en ámbitos más laborales, este refrán evoca la necesidad de ser eficientes en la realización de diferentes tareas.

En cualquier caso, podemos decir que “El que no corre, vuela” es un refrán que hace hincapié en la rapidez y la eficacia, destacando un valor importante en la sociedad actual: el tiempo. La realización de las actividades de manera efectiva y, sobre todo, en tiempo y forma, es vital para el correcto funcionamiento de una sociedad.

En conclusión, como usuarios de una sociedad en constante movimiento, es probable que escuchemos el refrán “El que no corre, vuela” en más de una ocasión. Ahora que conocemos su origen e historia, podemos entender que no se trata solo de una frase común, sino de una enseñanza popular que, aunque ha evolucionado con el tiempo, sigue siendo vigente en la actualidad. La rapidez y la eficacia son valores que se deben admirar y aplicar en la vida diaria, para ser capaces de afrontar las distintas situaciones con éxito.

Fuente: Telam

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