Divulgadores de diversos saberes técnicos han encontrado la manera de llegar al público masivo cruzando especialidades y abriendo diálogos entre las ciencias duras y las humanísticas. La democratización de los saberes gracias a las redes sociales genera nuevas perspectivas y narrativas para que ciertos temas técnicos puedan circular y trascender el nicho profesional.

El camino no es fácil, pero referentes como el historiador Felipe Pigna, el filósofo Darío Sztajnszrajber o el médico Daniel López Rossetti, entre otros, se animan a entrecruzar disciplinas para debatir los grandes temas desde una óptica que permita la divulgación de temas técnicos y propongan nuevos enfoques para el gran público.

El rol de divulgador científico está íntimamente ligado al rol docente. La comunicación es fundamental en la medicina, y el saber científico específico exige empatía, explicaciones amigables y tiempo para que sean adecuadamente recibidas por el paciente. Ser un divulgador implica unir lo que ocurre en el consultorio con el resto de la sociedad, algo que también se ve reflejado en otros campos.

La Fundación Osde convoca a distintas personalidades para que compartan sus saberes con el público. Bajo el tema “Amor, poder y muerte”, Sztajnszrajber y Pigna conversan sobre las prácticas y decisiones de personajes históricos de Argentina. Comer, pensar, amar es otro de los métodos que utilizan para intercambiar saberes. Durante el verano, ambos pensaron el amor en clave epocal y unos días atrás, disertaron en el teatro Coliseo Podestá en La Plata y en el Teatro Universidad en La Matanza.

Por otro lado, las redes sociales son un espacio ideal para que la ciencia alcance a un público masivo y en nuevos registros. El doctor Mariana Koppmann, bioquímico y bromatólogo, utiliza este medio para explicar cómo prevenir enfermedades transmitidas por la comida o durante las cocciones, pero también para compartir secretos de su trabajo, como el truco para lograr mini huevos fritos perfectos. Esta nueva manera de transmitir ciencia para un público que no posee formación científica, logra que la ciencia llegue a más personas y enriquezca la sociedad.

En definitiva, la fusión entre ciencias duras y humanísticas, y la comunicación en redes sociales, son herramientas claves para que los divulgadores puedan compartir sus saberes específicos y logren transmitirlos de manera masiva. La empatía y la sencillez en la comunicación son factores fundamentales para que los saberes circulen y sean de interés para todo el público.

Fuente: Telam

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